Un hombre de 50 años le propinó un tiro en la vulva, por alegados motivos pasionales
Rosita (nombre ficticio) tiene quince años de edad y hace unos días estuvo a punto de perder la vida de manos de un hombre de 50 años, sólo identificado como “Fermín”, que le hizo varios disparos y uno de ellos la alcanzó en la vulva. La menor es madre de un niño de un año y tres meses de edad. Reside en La Puya de Arroyo Hondo.
Rosita (nombre ficticio) tiene quince años de edad y hace unos días estuvo a punto de perder la vida de manos de un hombre de 50 años, sólo identificado como “Fermín”, que le hizo varios disparos y uno de ellos la alcanzó en la vulva.
La menor es madre de un niño de un año y tres meses de edad. Reside en una precaria vivienda ubicada en La Puya de Arroyo Hondo, en Santo Domingo, junto a su madre y seis hermanas.
El padre del niño se encuentra preso en la penitenciaría de La Victoria, “porque le inculpan de la muerte de una persona”, dijo Rosita, quien tuvo que abandonar sus estudios en octavo grado cuando nació su bebé.
Aún adolorida por la herida en su órgano genital, la jovencita contó que Fermín, un electricista residente en el mismo sector, “siempre ha estado enamorado de ella”, por lo que acostumbraba a regalarle leche y pañales para su hijo, así como dinero en efectivo.
Narró que la noche del pasado jueves, el hombre pasó por su casa a bordo de una motocicleta y le pidió que lo acompañara a comprar una cena, a lo que ella accedió.
En el trayecto, por las palabras amenazantes de Fermín, la menor notó que éste se encontraba celoso de la relación que ella mantiene con un joven de su misma edad.
Rosita se dio cuenta de que el hombre tenía la intención de hacerle daño, por lo que, aterrada, decidió lanzarse de la motocicleta, aún en movimiento, cerca de unos matorrales en la avenida Nicolás de Ovando. Cuando cayó al pavimento, Fermín hizo el disparo que le hirió su órgano reproductivo.
Dijo que logró correr y esconderse detrás de un camión estacionado, esquivando otros dos disparos hechos por su agresor.
Rosita manifestó que aunque sangraba mucho, permaneció oculta por unos minutos hasta que Fermín, que la buscó sin éxito, se alejó del lugar.
El hombre permanece prófugo y es buscado por la Policía Nacional.
La joven logró llegar a un centro de salud a bordo de un vehículo que respondió a sus señales cuando pudo salir a la avenida.
Según le diagnosticó el médico que la atendió, la lesión no afectará su capacidad reproductiva.
Elsa Travieso, madre de la menor, dijo que el electricista acostumbra a regalar dinero a “las menorcitas” del barrio, a las cuales invita a su casa con frecuencia y algunas hasta permanecen allí por varios días.
Pidió a la Policía agilizar su búsqueda, ya que, según afirmó, el agresor ha sido visto varias veces por el vecindario y teme que pueda llegar a matar a su hija.
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“Menorcitas”
Elsa Travieso, madre de la menor, aseguró que el agresor de su hija tiene predilección por las “menorcitas” del barrio, ya que les ofrece dinero y “se las lleva a su casa por dos y tres días”, comentó.
Pide Perdón
Travieso manifestó que “Fermín” ha intentado negociar que la familia “le perdone” la agresión a su hija, de lo que dijo no tiene la menor intención de hacer y pidió a las autoridades que lo persigan hasta que den con su paradero.
Fuera de peligro
Milagrosamente, “Rosita” se encuentra ahora fuera de peligro y se recupera satisfactoriamente de la herida de bala en la vulva que le propinara “Fermín”.
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